Será mi problema el cine?

Como ya he dicho, en mi vida el cine es bastante importante y, una prueba de ello, es precisamente este blog donde, como ya he comentado, utilizaré actrices y otros símbolos de este arte para poder hablar sobre todo lo que me mueve, preocupa, etc.

Ahora, he leído que según un estudio australiano, las comedias románticas arruinan la visión general que el ser humano tiene sobre las relaciones de pareja pues, impactan sobre nosotros en cuanto a la idealización del amor y los inevitables finales felices.

Uno de los puntos que trataba este estudio y, con el que me siento más identificado, es que uno de cada cuatro australianos esperaba que su pareja supiera lo que estaba pensando mientras que uno de cada cinco esperaba regalos y detalles "sólo porque si".

"Pareciera que nuestro amor de comedias románticas nos está convirtiendo en una nación de adictos al 'felices por siempre'. Incluso la cálida y difusa sensación que proveen puede influir adversamente en nuestra visión de las relaciones reales", dijo la consejera de relaciones australiana Gabrielle Morrissey.
"Las relaciones reales toman trabajo y el amor verdadero requiere más que fuegos artificiales", agregó.

¿Será esto lo que me pasa?, ¿tendré idealizado el amor y por eso nada, nunca, ninguna es suficiente?, ¿tendré simplemente que acostumbrarme a que Meg no sepa cómo actuar conmigo?...

Mi co-protagonista

Obviando producción, dirección, fotografía, etc. una película la hacen sus actores, de manera que empezaré a utilizar los nombres de aquellas actrices que puedan parecerse en algo para que les pongais algún rostro a esos personajes que dentro de poco empezarán a desfilar por aquí, ya sean secundarias, estrellas invitadas o cameos, incluída por tanto mi compañera de reparto, la co-protagonista de esta película, la primera en los créditos por su importancia y la única que no sabe que vive dentro de una gran ficción.

Quién podría interpretar este papel de la forma más real posible? Cara dulce, ojos azules, gran sonrisa, pelo corto rubio, metro setenta y poco... lo tiene todo, no puede ser otra que MEG RYAN.

Vida de película

Siempre he visto mi vida como si fuera una película de yankylandia: principio suave, complicación en el segundo cuarto, malentendido más tarde y super final feliz.
Qué ocurre, que el género en el que siempre he situado mi vida es en el de comedia-romántica. El motor que mueve mi vida no es ni la familia, ni los amigos, ni el trabajo... es el amor, perdón, las mujeres, que a veces no es lo mismo.

He sido capaz de lo mejor y de lo peor por una de ellas y van a ser ellas las que muy probablemente ocupen en su mayoría las páginas de este guión así que, hoy por lo menos podemos empezar a responder alguna de las preguntas del otro día: como una película, así es como (por lo menos) voy a intentar contaros esa parte de mi vida que nadie sabe, no por nada, como espectadores vais a ser los únicos que tengais todas las claves de todo lo que ocurra a partir de ahora.



FOTO // chang-er

Empezamos

Desde que me plantee la idea de realizar este blog para intentar resolver esas cuestiones que, a solas conmigo mismo no soy capaz de solucionar, muchas otras preguntas (que raro verdad?) interrumpieron esta lucha mía contra mis gigantes conocidos y es que, cosas como el título, el color y demás detalles sin importancia de este rinconcito de internet, empezaron poco a poco a apoderarse de mi vida, sobre todo una que empezó a derivar en otras: seré capaz de cubrirme las espaldas? es decir, con la necesidad que tengo de desahogarme y ser yo mismo por primera vez en mi vida, cómo podré explicaros todo lo que necesito sin nombrar personas, fechas o sitios?.

De nuevo me encuentro en un cruce sin saber qué camino escoger: un blog completamente anónimo me haría sentir más seguro puesto que si nadie lo lee, nadie me puede descubrir pero... si nadie lo lee, nadie me podrá ayudar a vencer mis molinos de viento y seguiría sólo con ellos...

Como siempre, dudas, dudas y más dudas sin tener respuesta alguna.

En un lugar...

Dudas, preguntas, arrepentimientos, deseos...

Son algunos de los gigantes contra los que lucho día a día en una batalla sin sentido que parece no tener final pues, cuando todo parece que va más o menos bien y que el paisaje es agradable, el camino recto de mi vida me da de bruces contra la señal vertical de las indicaciones de un cruce, entonces, escoja la dirección que escoja, se que me voy a encontrar poco tiempo más tarde en una nueva llanura luchando de nuevo contra los Molinos de Viento de mi Mente:

Por qué escogí este camino? por qué no el otro? y si hubiera cogido el otro? habré tomado la decisión correcta? y si vuelvo atrás?

Por eso y después de darle muchas vueltas, (como a todo, como siempre, como las aspas de un molino) he decidido pararme de vez en cuando en el camino y dibujar un mapa con los distintos caminos que vaya escogiendo, para no volver a perderme, para no volver sobre mis pasos, para no volver a coger un callejón sin salida.

Para intentar por lo más sagrado caminar siempre hacia delante. Para no volver la vista atrás. Para no volverme más loco de lo que ya estoy. Para no estar sólo con mis pensamientos, para no sentirme sólo en el camino. Para que alguien me ayude en esta batalla que siempre pierdo, para que os convirtais en el Sancho Panza, que dé cordura a mi atormentada batalla contra mis gigantes inventados.

Me acompañais? Bienvenidos entonces a mi viaje, bienvenidos a

The Secret Windmills of my Mind.



FOTO // ninkinanka